En la calentura del momento, Ray Borg anunció su retiro de las artes marciales mixtas hace una semana luego de su despido de la UFC.
Sin embargo, el ex-contendiente de Peso Mosca aclaró que fue una decisión que tomó precipitadamente y que no, no está retirado.
«Para ser realmente honesto, el estrés y la depresión sacó lo mejor de mí», dijo Borg a Sherdog (vía MMA Junkie). «En serio sentí todo en ese día, y ya estaba harto. Ya no quería saber nada del deporte. Tengo una familia, una esposa, un hijo, y dejé que la UFC me despidiera teniendo que poner comida sobre la meza. Teniendo que proveer. Pensé que lo mejor para mi familia era conseguir un trabajo de 09:00 a 17:00. Tan duro como eso suena, tengo un hijo, y él tiene cuentas médicas. Por lo que mi primer pensamiento fue, ‘Tengo que renunciar, y simplemente tengo que llevar una vida como el resto de la clase trabajadora'».
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Borg, quien desde su liberación de la UFC (7 – 5) ha estado trabajando como repartidor, explicó que la decisión de salir del retiro se debe a los múltiples mensajes que recibió de sus estudiantes y a una conversación que sostuvo con su esposa.
«En serio tuve intenciones de retirarme, pero comencé a recibir mensajes de niños a quienes solía entrenar que en serio me conmovieron. Después hablé con mi esposa, y para ser honesto, ella no sabía que me iba a retirar. Ella me dejó saber que se lo debo a mi hijo. No puedo permitir que mi hijo me vea en diez años y me diga, ‘Papá, ¿por qué renunciaste?’ Siento que soy uno de los mejores peleadores del mundo. Creo que en mis mejores días soy imbatible. Simplemente no pude retirarme. Le debo a muchas personas salir de este hueco para lograrlo una vez más».
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