Todo estaba listo para que el japonés Kenichi Ogawa realizara la primera defensa del título de la división superpluma de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en Gales. El oriundo de Tokio no perdía desde el 8 de abril del 2012 y llegaba como claro favorito a la velada.
Del otro lado iba a hacer su presentación el británico Joe ‘The Welsh Wizard’ Cordina, que con 30 años tan solo acumulaba 14 peleas como profesional sin perder ninguna de ellas y ganando 8 por nocaut.
Ambos se presentaron en el cuadrilátero y disputaron el primero de los doce asaltos con dos estilos diferentes. Mientras que el nipón salió más agresivo, con golpes potentes y firmes, el británico utilizó los jabs para mantener distancia y estudiarlo. Cuando parecía que el resto de los rounds iba a ser similar llegó la sorpresa. Cordina esperó su momento y cuando creyó conveniente realizó un movimiento fantástico que acabó con su oponente con un tremendo volado de derecha directo a su mandíbula.
El campeón cayó automáticamente sobre la lona y, pese a que intentó volver a ponerse de pie, no pudo recuperar el sentido y fue allí cuando el réferi Michael Alexander dio por finalizado el combate.
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