Hace unos días, se pudo ver un ejemplo de cómo funciona el Jiu Jitsu brasileño en la vida real cuando un cinturón negro detuvo a un agresor en un supermercado 7-Eleven. El cinturón negro (Idriz Redzovic) es de tercer grado. No es de extrañar que fuera capaz de sujetar a su oponente con tanta facilidad.
Según Redzovic, el agresor atacó a uno de los miembros del personal del 7-Eleven, por lo que él se lanzó, lo derribó y luego le ató el brazo a la espalda. Tal fue la potencia de esta llave que Redzovic pudo mantener al atacante en el suelo durante varios minutos antes de que llegara la policía y lo detuviera.
Hablando sobre el incidente, Redzovic dijo: «Vi que se abalanzaba sobre el empleado del 711 y fue entonces cuando me lancé a contenerlo hasta que llegó la policía. Estaba muy tranquilo; gracias a mi fe y a mis más de 20 años de enseñanza y entrenamiento de Jiu-Jitsu».
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